Crisis Portuaria en EE. UU.: 45,000 Trabajadores Amenazan con Huelga el 1 de Octubre

Sep 30, 2024

El 1 de octubre se perfila como una fecha crítica para el comercio marítimo en Estados Unidos, con la inminente posibilidad de que 45 mil trabajadores portuarios paralicen las operaciones en 36 recintos clave. Este potencial paro, encabezado por la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) en conflicto con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), amenaza con interrumpir el flujo de mercancías que representan una parte significativa de las importaciones marítimas del país. Los desacuerdos se centran principalmente en dos áreas: una demanda de aumento salarial y las implicaciones de la automatización en los puertos.

La ILA ha solicitado un aumento salarial cercano al 80% en un periodo de 6 años, justificando su postura en las ganancias obtenidas por los puertos durante la pandemia. Adicionalmente, el sindicato busca limitar la automatización, alegando que la introducción de tecnologías en los recintos portuarios pone en riesgo la estabilidad laboral. La USMX ha ofrecido un incremento del 32%, negándose a ceder en el tema de la automatización, un punto que consideran crucial para la competitividad y eficiencia a largo plazo.

La falta de acuerdo ha escalado hasta el punto en que, de no alcanzarse una resolución antes del 1 de octubre, los trabajadores abandonarán sus puestos, afectando recintos portuarios desde Maine hasta Texas. Esta sería la primera huelga portuaria de esta magnitud desde 1977, con implicaciones directas sobre las cadenas de suministro a nivel nacional. Los 5 principales puertos afectados —Nueva York, Nueva Jersey, Savannah, Houston y Charleston— manejan más de 1,5 millones de TEU mensualmente, con un valor estimado de 83 mil 700 millones de dólares, según John McCown, del Centro de Estrategia Marítima. Estos volúmenes incluyen tanto carga de entrada como de salida, lo que significa que el impacto se sentirá en ambos lados de la cadena de suministro.

Los efectos directos de esta huelga se verán reflejados en la interrupción de las rutas comerciales clave y en la reducción de la disponibilidad de bienes importados. Los costos de envío también sufrirán un incremento inmediato, lo que afectará negativamente los precios de productos en diversos sectores, amplificando los niveles de inflación que ya están presentes en la economía estadounidense. Según estimaciones de S&P Global Market Intelligence, hasta el 30 de junio, las terminales afectadas manejaron importaciones de vehículos por valor de 37 mil 800 millones de dólares, con el puerto de Baltimore a la cabeza de los envíos de automóviles.

A nivel industrial, los puertos de la Costa Este no solo lideran en el transporte de automóviles, sino también en la importación de maquinaria, acero fabricado e instrumentos de precisión, con valores estimados de 97 mil 400, 16 mil 200 y 15 mil 700 millones de dólares, respectivamente. La interrupción en el flujo de estos bienes críticos podría retrasar proyectos en sectores como la construcción y la manufactura, además de generar desabastecimientos de insumos esenciales.

El sector agrícola también enfrentará dificultades significativas. Según Jason Miller, de la Universidad Estatal de Michigan, tres cuartas partes de las importaciones de banano del país, provenientes de Guatemala y Ecuador, ingresan a través de los puertos de la Costa Este y del Golfo. Un paro afectaría la disponibilidad de esta fruta, lo que impactaría tanto a minoristas como a consumidores. Mike Steenhoek, de la Coalición de Transporte de Soya de Estados Unidos, indicó que la huelga también afectaría las exportaciones de soya, harina de soya y otros productos agrícolas.

La interrupción en las exportaciones de contenedores refrigerados, que incluyen carne de res, cerdo y aves, complicaría aún más la situación. Joe Schuele, portavoz de la Federación de Exportación de Carne de Estados Unidos, informó que el 45 por ciento de las exportaciones de carne de cerdo y el 30 por ciento de las de carne de res del país se procesaron a través de los puertos en riesgo de paralización entre enero y julio de 2024.

El mercado de exportación de carne de res y cerdo, está valorado en 18 mil millones de dólares; el de aves y huevos, tiene un valor de 5 mil 800 millones de dólares, dependen de la cadena logística refrigerada, que no puede permitirse demoras prolongadas. Una interrupción en la operación de estos puertos afectaría la disponibilidad de estos productos en mercados clave, y podría deteriorar la calidad de los mismos, dado el tiempo limitado en el que los contenedores refrigerados pueden mantenerse inactivos.

En términos logísticos, las consecuencias de una huelga prolongada serían complejas. Maersk, uno de los principales operadores de transporte marítimo, advirtió que un cierre de 1 semana podría requerir hasta 6 semanas de recuperación. Cada día adicional de inactividad incrementará los retrasos en el procesamiento de mercancías, lo que exacerbará el caos en las cadenas de suministro globales. Las soluciones alternativas, como el desvío de cargas a puertos menos congestionados o el aumento del transporte terrestre, ofrecen sólo un alivio temporal, pero no son sostenibles a largo plazo.

 

Referencias:

  1. Artículo: Huelga portuaria en E.E.U.U. - Petroleo energía. 

 



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